Las normas de la casa de la sidra:
Película dirigida por Lasse Hallström y protagonizada por Tobey Maguire (conocido por su papel en Spiderman) y Michael Caine.
Sinopsis: Homer Wells (Tobey Maguire) ha vivido durante toda su vida entre las paredes del aislado orfanato de St Cloud. Cuando llega a la adolescencia, el director del centro, el doctor Larch (Michael Caine), lo prepara para ser su sucesor. Pero el joven siente la necesidad de abandonar el orfanato y conocer el mundo. Cautivado por la belleza de una chica (Charlize Theron) que visita el orfanato, Homer decide que ha llegado la hora de partir.
La película, ambientada en los años 20, trata sobre un médico de avanzada edad que dirige un orfanato/hospital. Trabaja dando a luz a niños que van a ser dados en adopción y practica el aborto ilegal. Cuida de los niños que no han sido adoptados contando con la ayuda de enfermeras y Homer Wells, su "obra maestra", que después de haber crecido allí aprende la profesión de médico. Aun después de las advertencias del Dr. Lach "¿Eres tan estúpido como para imaginar que llevarás una vida gratificante? Lo que encontrarás son personas como las que dejas abandonadas aquí. Solo que nadie cuida de ellas ni la mitad de bien y tú tampoco vas a poder cuidarlas. Porque nadie cuida de nadie. Es otro mundo." este joven decide aventurarse a conocer mundo y vive innumerables nuevas experiencias. Incluso llega a enamorarse, pero de una mujer ya prometida. Mientras, en el hospital, la junta quiere reemplazar al anciano médico, el cual recomienda a Homer para que no haya peligro de que el sustituto no sea partidario de aplicar sus mismos métodos. Después de la muerte del doctor, Homer vuelve, asegurando que no puede recorrer más mundo porque hay gente esperándole.
Comentario:
Ésta es una de mis películas preferidas, y sin embargo hasta ahora no la había interpretado hasta el fondo. Creo que lo que más transmite, es que pocas son las personas que se oponen a las leyes injustas, pocas son las que se arriesgan, pero las que lo hacen son las que llevan una vida más pura y más valiosa. Siempre he dicho, que haga lo que haga en la vida, quiero que la gente al final me aplauda; y creo que es algo que todos deberíamos querer alcanzar: la gratitud. Si alguien me agradece mi existencia por haber mejorado la suya, yo me doy por satisfecha. Son éstos sentimientos los que mueven nuestra ética, es nuestra propia visión de felicidad y el camino hasta alcanzarla lo que nos hace demostrar nuestra valentía. ¿No es bonito pensar que hay personas que dan sin esperar nada a cambio y eso las hace felices? Hablamos de la solidaridad: las actuales asociaciones, los voluntarios... Aportan a la sociedad lo que a ellos les hace felices, lo que para ellos es moralmente correcto: ayudar.
"Buenas noches príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra."