Crédito: Historia de Giges.
Irene Sánchez.
Esta es la historia de un rey,
Candaules, que veía a su mujer como la más hermosa, la admiraba por
su belleza y estaba totalmente enamorado de ella. Presumiendo de ésta
con un amigo íntimo, Giges, empezó a halagarla exageradamente, por
eso su compañero no le creyó. Para demostrar que era cierto le
invitó a ir a su habitación por la noche antes de acostarse, para
que pudiera verla desnuda, lo que Giges tuvo que aceptar por miedo a
las consecuencias de oponerse. Esa noche, todo transcurrió como lo
acordado, excepto porque la mujer del rey se percató de su
presencia, aunque no avisó. Al día siguiente, quiso hablar con
Giges para proponerle dos opciones: o mataba al rey y se quedaba con
sus territorios, o se quitaba la vida. Al no tener otro remedio si
quería seguir vivo, Giges decide matar al rey. El procedimiento fue
sencillo, esperó a que se durmiera y le apuñaló mientras dormía,
apoderándose así de su mujer y el reino.
Esta es una curiosa historia donde se
plantea un dilema moral: morir por culpa de otra persona, o matar a
ésta. Observando la situación, Giges se vé obligado a aceptar lo
que su rey le propone, pero así se arriesga a que la mujer le vea y
le amenace. ¿Hacer lo bueno para él, matar a su rey y quedarse con
sus propiedades; o hacer lo correcto, matarse y no violar lo derechos
de otra persona? En mi opinión, Giges toma la opción incorrecta,
porque quitar la vida a alguien es el peor de los crímenes. Es
difícil ponerse en la piel de éste, dado que las circunstancias son
muy delicadas, pero jamás mataría a una persona.
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