Este libro cuenta la historia de Michael Berg, un personaje que desarrolla su vida a lo largo de la trama. Se puede dividir en tres partes:
Cuando él es un adolescente de quince años y conoce accidentalmente a Hanna, una mujer adulta y madura de la que se enamora y con la que tiene un romance intenso. En esta etapa de su vida él tiene que complementar los estudios con sus amigos y su amante. Con ella lleva una vida sexual apasionada pero poco saben el uno del otro. Se dedican a hacer el amor y en pocas ocasiones Hanna intima con él acerca de su vida privada. Una peculiaridad de esta mujer es la petición que le hace al joven Michael a veces: solía pedirle que le leyera en voz alta. Poco a poco comienzan a tener una relación más estable, incluso hacen un viaje juntos. Esta etapa acaba cuando Hanna, sin previo aviso, se marcha de la ciudad, sin dejar rastro ni dirección alguna.
La segunda parte comienza cuando él ya es un joven estudiante de derecho. Se convierte en un hombre casado e incluso tiene una niña. Pero en su mente sigue estando Hanna diariamente. Él empieza a asistir como parte de un trabajo de clase a unos juicios encargados de condenar a antiguos miembros de la SS, en su totalidad mujeres, acusadas de haber enviado a gente en los campos de concentración a Auswitsch y de haber participado en el asesinato de decenas de personas encerradas en una iglesia en llamas. Es ahí cuando los dos se reencuentran. Él distingue entre las acusadas a Hanna, y desde entonces asiste a todos y cada uno de los juicios celebrados. Durante el proceso de condena descubre investigando el gran secreto de Hanna: su analfabetismo. Es ahí cuando se ve encerrado en el dilema moral de dejar que el juicio siga su curso sin que el juez tenga conciencia de ello, o de decírselo al juez (aunque fuese el secreto de ella) para que hubiera cargos de los que no estuviera acusada. Al final decide no intervenir y Hanna sufre una larga condena.
No es hasta más tarde, cuando él es un hombre ya licenciado y divorciado, que entabla de nuevo contacto con ella. Comienza a enviarle cintas de grabación a la cárcel de él mismo leyéndole libros, poemas, relatos... Ella le contesta a algunos con una breve opinión, por lo que él descubre que ha aprendido a leer y a escribir. Así continúa meses y un día le avisan de la cercana salida de Hanna de la cárcel y de su deber de orientarla al ser su único contacto en el exterior. Cuando la visita a la cárcel, Hanna ya es una mujer mayor y cansada. Él le ayuda a buscar trabajo y casa, pero el día de su salida por la mañana Hanna se suicida. El protagonista acaba con una conmovedora carta, revelándose el autor de la historia.
¿Podemos aprender algo de la historia o únicamente observarla? Supongo que, al igual que yo, muchos se han identificado con el amor del personaje hacia Hanna. No porque nos hayamos enamorado de una persona veinte años más mayor que nosotros, sino simplemente porque lo hemos hecho de alguien. No veo frase más correcta que decir que el amor no tiene edad. Al principio se duda de si es amor lo que siente Hanna hacia nuestro protagonista o puro deseo sexual. Después descubrimos que le afectan sus reacciones, sus decisiones, sus estados de ánimo, y nos damos cuenta de que se ha consolidado una pareja, aunque extraña, pero pareja en toda regla. No me extraña que él no pudiera olvidarla a lo largo de su vida. Supongo que nadie podría hacerlo. Aún sin entenderla y aún sin compartir con ella la madurez suficiente, se forma un vínculo muy fuerte y recuerdos tan claros que jamás se podrían borrar. Él describe la sencillez de Hanna al vestirse, que la hacía única al lado de las demás mujeres. Y es que cuántas veces habremos comparado a nuestro amor verdadero con los demás.
Por ello Hanna forma parte de toda su vida, ya no solo como una amante, sino como un recuerdo nítido e imborrable. No es por otra cosa por lo que decide investigar su caso en el juicio y descubre su terrible pasado y realidad. Es ese recuerdo y ese pasado compartido el que le arrastra al dilema de revelar su secreto o no. ¿Tu lo habrías hecho para intentar salvar a una persona querida? ¿O habrías respetado la intimidad de dicha persona? Él se decide por la última al no verse con el derecho suficiente de revelar esa información, pero quién sabe de lo que la habría librado. Al final del libro escribe "En los primeros tiempos después de la muerte de Hanna siguió atormentándome la duda de si realmente la había negado y traicionado, de si al amarla me hice culpable, de si debería haberme liberado de ella de palabra y obra, y de cómo podría haberlo hecho. A veces me preguntaba si era responsable de su muerte. Y a veces me enfurecía con ella y por todo lo que me hizo. Hasta que el odio perdió fuelle y la duda trascendencia."
Me parece curioso cómo expresa el amor que siente hacia ella. No lo dice directamente, nos lo da a entender. Expresa la pregunta de cómo podría haber cambiado todo si no la hubiese querido, si en el juicio no le hubiera importado la reacción que pudiera tener al desvelar su secreto o si sencillamente no lo hubiera investigado. También se pregunta cómo podría haber hecho eso, cómo se podría haber liberado de ella, de su pasado juntos, de sus recuerdos. Entonces también expresa amor. No nos cuesta olvidar a las personas que no nos han aportado valores en nuestra vida. A las que lo han hecho, sencillamente, no queremos olvidarlas. Ni siquiera nos torturamos por ese motivo, porque es sencillamente imposible. Ésto es lo que nos expresa el autor.
Si fue correcta o no su decisión, si su vida podría haber cambiado, si se hubiera enamorado de Hanna o no habiendo sabido de su pasado anterior, o si Hanna habría acabado con ese triste final, son incógnitas que nunca rebelaremos, pues pertenecerían a otra historia diferente. Pero no vale la pena arrepentirse, hay que aceptar la realidad porque al fin y al cabo el odio perderá fuelle y la duda trascendencia.
Elena Fernández López